Visa Waiver, ¿de nuevo en riesgo?
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El convenio para Prevención y el Combate de Delitos Graves -que facilita el intercambio de datos entre Carabineros, la PDI y el Registro Civil con sus homólogos en Estados Unidos- se firmó en La Moneda en julio del año pasado. Ocurrió en un contexto específico de aumento de delitos cometidos por chilenos en ese país, un número importante de ellos haciendo uso del beneficio del Visa Waiver, que incluye a Chile entre los 40 países cuyos ciudadanos pueden viajar a EEUU sin necesidad de solicitar una visa.
Esa forma de “turismo delictual”, como fue llamado -pues tras cometer los delitos sus autores regresaban a Chile-, llevó a que se pusiera en duda la mantención de dicho beneficio para los chilenos. Penalizar a la gran mayoría de chilenos que viaja allá por placer, estudios o negocios, y no para delinquir, habría perjudicado a ambos países (en distinta medida, por cierto). Sin embargo, la opinión pública y las autoridades norteamericanas enfatizaron correctamente la necesidad de un mayor compromiso de Chile en impedir el abuso del Visa Waiver, asegurando mejores controles.
El daño que el llamado “turismo delictual” ha causado a nuestra imagen país, no sólo en Estados Unidos, es tan lamentable como incuantificable.
Es muy desafortunado que, menos de un año después, el problema vuelva a salir a la palestra con reportajes sobre bandas chilenas en medios estadounidenses; autoridades locales advirtiendo sobre el peligro que representan; y figuras influyentes como Elon Musk sumándose a la crítica. Todos ellos apuntando a la conveniencia de replantear, o eliminar, el Visa Waiver para los chilenos.
El daño que esto ha causado a nuestra imagen país, no sólo en EEUU, es tan lamentable como incuantificable. Y no cabe disociar este fenómeno del “turismo delictual” del sostenido aumento de la delincuencia en Chile, y de las dificultades para contenerlo. Parece difícil que el país logre mantener por mucho tiempo más este beneficio sin avances concretos y visibles para impedir que se abuse de él. Pero esto último también parece improbable sin progresos medibles en el control de la delincuencia en general.
